TPMS o control de presión de neumáticos: ese gran desconocido
Nuestro especialista en Diagnosis explica que estos sistemas de seguridad, pese a su implantación en 2014, siguen siendo un servicio que profesionales del neumático y la mecánica básica externalizan. Y no habría por qué.
El mantenimiento de los neumáticos es fundamental en cualquier vehículo. En este sentido, el sistema de control de presión (TPMS) ha supuesto una gran innovación en cuanto a las tecnologías que procuran la seguridad activa al volante. Es mejor prevenir que curar. Asegurarnos de que la presión y temperatura de las ruedas son correctas puede evitarnos un accidente grave.
Sin embargo, a diferencia del ABS o el airbag, el sistema de monitorización de la presión de los neumáticos (conocido también por sus siglas en inglés, TPMS, o Tire-Pressure Monitoring System) sigue siendo un desconocido. No solo para los conductores. También para los profesionales de la automoción.
¿Cómo funciona el sensor de presión de neumáticos?
Raúl Moreno Contreras, Sales Manager especializado en equipos de Diagnosis de Lambda Automotive, nos explica que el personal de neumáticos -neumatiqueros, en argot mecánico- o mecánicos de servicio rápido, no está aún muy familiarizado con los sistemas TPMS, pese a que son una realidad en los vehículos que salen de fábrica desde el 1 de noviembre 2014 en el mercado europeo.
Nuestro especialista cuenta cómo los neumatiqueros deberían “tocar más estos sistemas, puesto que si bien saben de la existencia de algo que controla la presión del neumático, lo desconocen y tienden a derivar a los servicios oficiales del vehículo, cuando es un servicio que ellos podrían ofrecer perfectamente”. Es decir, se necesita un cambio de mentalidad, y un poco de pedagogía.
Los sistemas, explica, pueden ser de dos tipos:
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El sistema de sensores (directo), que es el más seguro, y que es con el que en Lambda Automotive trabajamos a través de productos de marca propia como EfiDiag TPM o el Equipo de diagnosis y programación de sensores TPMS de Tecnomotor, que distribuimos igualmente. Ambas herramientas, orientadas al talleres de neumáticos, servicio rápido y mecánica, se ocupan de la programación de estos sensores, incorporados en el interior de la válvula de la goma del neumático; sensores que controlan la presión y temperatura de dicho neumático y que, en una reparación donde se extrae una cubierta, pueden romperse. Siempre que se sustituyan por otros sensores han de volverse a programar, de ahí la necesidad de instrumentos como EfiDiag TPM.
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- El sistema que no lleva su propio sensor (indirecto), sino que lo comparte con el del sistema de frenado ABS. En este caso, es a través de la velocidad cómo se detecta si la presión o la temperatura de los neumáticos está mal, si bien no indica de qué neumático se trata concretamente. Es un sistema, por lo tanto, menos preciso que el directo.
El sistema de sensores es más directo, puesto que diagnostica rápidamente donde estaría el fallo del neumático. Una de las averías más comunes de estos sensores sucede cuando su pila se desgasta (puede durar entre siete u ocho años), o por algo tan típico como un bordillazo y la ruptura de una llanta.
¿Requiere formación el uso de herramientas como EfiDiag TPM o el Equipo de diagnosis y programación de sensores TPMS de Tecnomotor? Nuestro especialista en Diagnosis afirma que sí, “pero muy simple en realidad, se trata de equipos fáciles de usar, aunque los profesionales del taller no lo vean todavía con esa mentalidad”.
El TPMS evita accidentes graves
Desde que la luz de presión de neumáticos empezó a formar parte del cuadro de mandos -o testigo- de los vehículos… el recorrido en los avances de seguridad en automoción ha sido largo. Actualmente, este sistema puede impedir, gracias al testigo precisamente, que un neumático reviente en carretera al sufrir una subida de temperatura repentina. Su función es monitorear de manera constante y fiable cada uno de los neumáticos.
Las señales del testigo pueden ir de los 45 segundos a los tres segundos, para alertar a la persona que conduce. Es más, si el testigo del TPMS permanece encendido y no se apaga tras el chequeo inicial en una inspección técnica de vehículos (ITV), esto puede ser causa de rechazo del vehículo. El hecho de que algún fabricante -como había ocurrido en el pasado- lanzase al mercado una serie, por el motivo que fuera, defectuosa de neumáticos, hace que esta herramienta sea de suma garantía. Garantía de seguridad.