Los talleres tras la Covid-19: elementos para la recuperación
Los talleres de reparación están trabajando a ralentí, dadas las restricciones de movilidad. Analizamos un escenario de recuperación, toda vez que acabe el confinamiento, así como la gestión de la crisis, por parte de las patronales del sector de la automoción.
Nuestro sector industrial, el de la automoción, es de los que mayor peso específico tiene en España. Así lo han declarado todas las organizaciones sectoriales en el comunicado del martes 8 de abril, que puede leerse completo en la web de Anfac. Por la inversión y el empleo que genera, y por ser clave en la exportación y balanza comercial, así como por el efecto tractor en otras actividades industriales y relacionadas con el transporte. Este último, como se está comprobando, crucial en la situación de crisis pandémica por el efecto Covid-19.
Los talleres pueden permanecer abiertos durante el estado de alarma, en una especie de servicio mínimo que abarca vehículos necesarios para los trayectos esenciales (como emergencias, transporte de mercancías y suministros). Las marcas han extremado la atención al cliente para filtrar las demandas de reparaciones y dejarlas en la mínima expresión, con el fin de no dar trabajo a los talleres, dadas las exigencias de mínimo contacto social para no expandir el coronavirus.
El aumento de desplazamientos y el propio mantenimiento de los vehículos -tras un parón prolongado- serán, con total seguridad, un revulsivo para la actividad de los talleres de mecánica, que se confirmó como servicio esencial a partir del Real Decreto Ley 10/2020. El que regulaba el premiso retribuido recuperable y permitía al personal de los talleres seguir trabajando.
La presidenta de Sernauto -organización sectorial que aglutina a proveedores-, María Helena Antolin, ha querido lanzar un mensaje de ánimo, pese a que nos movemos en un escenario económico y social sin precedentes: “Nuestro sector ya ha demostrado su fortaleza ante otras crisis y lo volverá a hacer […] Hoy más que nunca tenemos que ser creativos y reiventarnos”, ha recogido La Comunidad del Taller, medio especializado.
Otro factor que ejercerá su influencia en la recuperación es la reactivación de las inspecciones de vehículos. En este sentido, AECA-ITV, la patronal de las estaciones de Inspección Técnica de Vehículos -que actualmente han paralizado su actividad-, han indicado que será preciso un Plan de Arranque, al tiempo que los profesionales insisten en la importancia de llevar al coche al taller para que éste certifique que está en correcto estado para circular. Desde La Comunidad del Taller señalan que debería ser, incluso, obligatorio.
Averías post-coronavirus
Aunque por el momento es aventurado pensar en lo que sucederá después del confinamiento, lo cierto es que se están divulgando muchos consejos para hacer que los turismos se mantengan
medianamente bien durante el gran parón. Ello no quita que mantener los coches aparcados durante tantas semanas suponga una previsible necesidad de mantenimiento y puesta a punto.
Autocasión deja claro en este artículo que, a priori, la batería podría ser la más perjudicada, hasta el punto de descargarse. Pero es que si no se mueve el coche está claro que habrá otros desgastes o elementos que revisar antes de volver a ponerlo en marcha de manera normal, que van del circuito de refrigeración a los neumáticos, el motor de arranque, o el aceite mismo. Que los clientes tengan que acudir a sus talleres de confianza una vez finalizado el confinamiento y las restricciones de movilidad es razonablemente previsible.
Evolución de las reacciones del sector
Las reacciones del sector de la automoción tras el Real Decreto 463/2020 no se hicieron esperar. Recordemos que representa un 10 % del PIB, así como el 9 % del empleo en España. Y en principio se mantuvieron ciertas diferencias. Por un lado estaban CETRAA (Confederación Española de Talleres de Reparación de Automóviles y Afines) y CONEPA (Federación Española de Empresarios Profesionales de Automoción) sosteniendo un criterio conjunto en un comunicado donde interpretaban que los talleres de reparación y mantenimiento de vehículos debían ser considerados “servicios esenciales”, y por lo tanto permanecer abiertos.
Anfac, Ganvam, FACONAUTO y la citada Sernauto (representantes de los fabricantes de automóviles y camiones, vendedores, concesionarios y proveedores de automoción), por su parte, manifestaron por su parte (en la línea con CEOE, Cepyme y ATA) que había que garantizar el cumplimiento de todas las normas derivadas de la declaración de estado de alarma. También hablaron de preparar un plan de choque con medidas extraordinarias que reforzasen las ya aprobadas por el Gobierno de la nación. De forma más concreta, Faconauto y Ganvam recomendaron el cierre de concesionarios, vendedores y talleres.
Perspectivas en el sector de la automoción
En cuanto al programa económico del Gobierno, el director corporativo de Ganvam, Jaime Barea, lo calificó, el pasado 18 de marzo, de “insuficiente”, añadiendo que se esperaba “mucho más”, en declaraciones a Capital Radio. Habló de la necesidad de liquidez en las empresas, PYMEs, microPYMEs y autónomos, así como de un “plan de contigencia” ante la crisis, si duraba más de una quincena. Cosa que, efectivamente, ha sucedido.
El domingo 22 de marzo CETRAA y CONEPA volvieron a realizar un comunicado donde reclamaban como imprescindible un ERTE muy urgente por fuerza mayor para el sector de talleres, solicitando su concesión automática sin necesidad del informe de la inspección de trabajo.
Sin embargo, la respuesta sectorial más potente se ha producido el 8 de abril, con el comunicado citado más arriba, cuando el sector de la automoción en bloque se ha dirigido al Gobierno para pedir un plan de choque nacional con medidas urgentes y específicas que permitan afrontar el escenario de la recuperación.
En este comunicado, además de recordar al Gobierno que la automoción es estratégica, se ha denunciado que “la limitación a servicios mínimos esenciales de talleres y actividades afines ha provocado una caída del 95 % en su facturación”, y que el cierre total de la actividad comercial en concesionarios y compraventas ha provocado “un desplome del 69 % en las matriculaciones de marzo, caída que se hará aún más profunda en abril, donde ya se están registrando bajadas diarias del 90 %”. Las previsiones de la consultora MSI recogidas por Europa Press ya hablaban de una caída en las matriculaciones de vehículos del 30 % en 2020 debido a la pandemia del Covid-19. Así pues, toca remontar, y hacerlo de manera conjunta y coordinada, por parte de todo el sector de la automoción.